No hace falta que viva el día a día de la historia. No hace falta estar 4 horas apalabrando sentimientos y justificando cada paso. Tampoco hacia falta explicar mis intenciones del momento. Ella estaba ahi, sentada en pose indio en el medio de mi cama, mirándome atenta. Escuchándome tan sigilosamente como hacia 5 años atrás, sentada patas para arriba en el medio de mi living; de la misma forma que se encontraba cuando la charla surgía en el baño (y de repente nos encontrábamos a las 4am sentadas sobre inodoro y bidet respectivos desahogando la herida del momento). Alcanzaron tan solo un par de palabras para que identifique mi pensamiento y mi dolor. Es la persona que más me conoce en la faz de la tierra, por ende no le resulta complicado descifrarme. Me miraba atenta. Sus ojos admiraban cuánto habíamos cambiado en todos estos años, habíamos crecido y madurado cada una un poquito. Y nos lo habíamos perdido. Nos habíamos perdido, quizás, la inmensa cantidad de motivos que tanto a ella como ami nos hicieron crecer, forzosamente, claro. Pero supo entender el final de la historia a la perfección. Me escuchó cada detalle e incluso, me interrogó sobre cada uno de los mismos. No hizo falta contarle cada día mis sensaciones, temores, intenciones, inseguridades. Ella sola supo leérmelos en los ojos. No interrumpía con sus propias vivencias para imponerse como protagonista sino que me daba lugar. Luego, claro, le tocaba a ella. Se sentía en el aire la misma conexión que tuvimos siempre, lo juro. Internamente, yo estaba feliz. Mi corazón saltaba de emoción y felicidad por sentir ese hilo invisible que siempre estuvo ahí uniéndonos, sin percatarnos que el mismo estaba demasiado tensado y nos pedía a gritos un acercamiento. Mis órganos funcionaban acelerando su operatoria habitual y..el ventrículo engrosado redujo esos 18cm de modo que Aldo pudiese haber desaparecido esas horas que ella estaba presente. Da devoluciones a mis sermones como si fuesen hechas por Dioses. Graduada del Postgrado de ''Puntos de vista alternativos''..los mismos que seguro nunca en la vida hubiese pensado. Sabia como modificar mis pensamientos e incluso mi accionar. El hemisferio que menos uso de mi cabeza retenía por lo menos una o dos frases de su discurso; las mismas que continuo repitiendo y enseñando (aunque estoy segura de que no logro hacerlo con tanta convicción como la que me supo transmitir ella ami, en cada momento). ''No dependas de nada, pero sobretodo, no dependas de nadie'': podemos confiar ciegamente en alguien y ser capaces de poner el cuerpo en el fuego por <un otro> pero sus comportamientos pueden cambiar e incluso su presencia en nuestra vida puede mutar, y por ello afectarnos. Hay que saber tomar distancia emocional y que tanto nuestras decisiones como nuestros estados anímicos no dependan de aquella mente apreciada y perversa. ''A veces tenes que callar esas ganas que tenes de mandar a alguien a la mierda y tragarte todas esas puteadas que este mismo merece'': ella me enseñó que la mejor forma de conservar a alguien que realmente queremos es dándole todo lo mejor de nosotros. Que se quede con nuestro mejor recuerdo, brindarle nuestro mejor perfil y que al escuchar nuestro nombre tenga ganas de tenernos cerca,y no lejos.
Me llena tanto que mantengas la misma esencia que siempre. Que seas el abrazo que más extraño y siento. Y la presencia que obsesivamente siempre tuve y progresivamente fui perdiendo. Y que un día el alma me grito necesitar. Quiero más de vos todavía y más de nosotras todo el tiempo. Que ya no haya charlas eternas vía chat y que ya no colguemos horas de madrugada hablando por teléfono..eso me lo banco. Pero hacer tensar ese hilo de nuevo, no por favor. Te quiero en cada etapa de mi vida, y quiero calmarte cada stress y ayudarte a concretar cada pendiente que tengas. Quiero abrazarte cada miedo y acompañarte en el quehacer más boludo y más pesado de tu vida. Gracias por quererme como siempre,y otra vez: quiero más de vos todavía, y más de nosotras todo el tiempo. Amén!
