Escribir implica una idea de base, y argumentos convincentes de sobra. Escribir no sólo es escupir palabras y pensamientos por doquier, reflejos de un sinfín de sentimientos insensatos y poco claros. Es también querer que el otro entienda tu postura, que sin vivirlo entienda tus razones y cada una de tus palabras. El porqué de ese adjetivo, el por qué de esa forma de pensar. Implica un órden. Ideas claras, para así saber usar las palabras de modo tal que se acerquen lo más posible a tu intención y pensamiento. Escribir es una conclusión de ideas que se va dando sola y desarrollando palabra a palabra. Es el inicio de una frase y la continuación del resto ...sin más. ¿Hace cuanto no escribía? meses. 4 meses exactos que no me disponía a sentarme frente a una hoja en blanco y desahogar. Y no precisamente por carencia de necesidad. Quizás hasta por abundancia de la misma. Aún sabiendo que no quiero en este preciso momento aclarar mis pensamientos y caminos, sé, me hace bien escribir. Sacar a flote sensaciones escondidas, ideas que por temerosas yo misma las escondí. HOY por hoy, puedo decir que crecí y retrocedí más de la cuenta. Quizás a veces entendiendo, otras, muchas, dejandome llevar por el leve sentir. Por impulsos (mis fieles y grandes convicciones). Después, total, hay tiempo para arrepentirse. No quiero ni pensarlo. Esa es una opción que no atina mi sentir y paraliza el accionar. Quiero decir, a ver...estoy escribiendo sin querer ordenar la mente. Quizás por eso me costó tanto este último tiempo enfrentarme y hacerlo. Creo, considero y valido justamente la inconveniencia de aclararme el panorama. No lo considero digno ni merecedor. A veces, la vida no se trata justamente de planificar y vivirla, presentir y verificar, intuir y confiar. Hay muchas compañías y presencias en vano. En vano no por su inoperancia, porque como suelo decir, todas y cada una de ellas están por y para algo. No pretendo pero intento seguir viviendo día a día, amanecer tras amanecer, llanto a llanto y risa a risa, con todos estos sentimientos que tengo encima. Algunos buenos, otros, muchos, sin justificación, razón y claridad. Mi propuesta es vivir el hoy, por más miedo a "darmela" que pueda llegar a sentir. Más vale, obvio, el miedo está (y cómo!) pero si uno no vive, no aprende. Y yo vine acá para vivir.

me saldra??!